Ya antes de la ceremonia de entrega de los Oscar parecía bastante claro que el duelo final se encontraría entre dos películas: "La Red Social", de David Fincher, y "El Discurso del Rey", de Tom Hooper. Especialmente en dos categorías: Mejor Dirección y Mejor Película. Algunos amigos, y colegas cortometrajistas, como
Jon Rivero, Alberto Lavín o
Enrique Lojo, han manifestado su preferencia por la película protagonizada por un personaje tan importante en la actualidad como
Mark Zuckerberg, el creador de
Facebook, la mayor red social que existe.
Yo, sin embargo, siento una irresistible preferencia por la historia de Bertie, ese hombre tartamudo que por diferentes razones acaba convirtiéndose, muy a su pesar, en el Rey Jorge VI.
Partiendo de que a nivel técnico las dos películas rozan casi la perfección, los actores en ambas están más que formidables y sus historias son igualmente atractivas, cada una por razones diferentes, os preguntareis ¿por qué Bertie antes que Mark?
Mark
"La Red Social" es una gran película. Una historia de un chico, Mark (interpretado por
Jesse Eisenberg), que por alguna razón tiene una tremenda incapacidad para tener amigos. Una persona solitaria, extraña, que sin embargo posee una brillante capacidad para la informática y que es capaz de crear una red social que conecta a millones de personas en todo el mundo. Una idea brillante, aunque sea una versión 2.0 de una ajena, que ha revolucionado la comunicación en nuestros días, y que merecía tener un reflejo como este en la gran pantalla. Pero Mark va pagando un alto precio para conseguir llegar a lo más alto,
si al comienzo de la cinta el personaje podía contar sus amigos con los dedos de una mano, al final su soledad es total, hasta su mejor amigo lo ha demandado judicialmente. Mark es un fiel reflejo de la sociedad actual:
personas conectadas a internet de manera constante, y que por ello pagan un alto precio en su vida personal. Una sociedad competitiva donde algunos individuos no tienen reparos en hacer daño a otros por conseguir los objetivos que se propone.
Y a pesar de todo el guión de Aaron Sorkin es capaz de conseguir que nos identifiquemos con Mark, ya que en realidad, aunque a veces cueste creerlo, no es una mala persona. Sin duda una película que se ha convertido en un símbolo de nuestra generación.
Bertie
Sin embargo, pese a lo estimulante que resulta la historia del joven Mark, es la historia de Bertie (interpretado por
Colin Firth, ganador del Oscar por este papel) la que verdaderamente me llega. En
"El Discurso del Rey" nos encontramos ante dos mundos totalmente distintos: el mundo de la monarquía y el mundo del "hombre común". Cada uno de ellos es representado por
Bertie y Lionel, respectivamente. Este último es el logopeda, maravillosamente interpretado, como no podía ser de otra forma, por el australiano
Geoffrey Rush, que durante el film ayuda a Bertie, poco a poco, a ir salvando el problema que ha marcado su vida: la tartamudez.
Son dos mundos opuestos que sin embargo en estos personajes consiguen encontrarse, mediante la colaboración, el respeto mutuo, y que acaba transformándose en una profunda amistad. Una historia de superación en la que
Bertie va cambiando de un personaje que pretende, aunque no pueda debido a su cargo, pasar desapercibido, a un personaje que se posiciona en la primera linea y se convierte en un importante símbolo para su país en tiempo de guerra. Una historia que nos enseña que
muchas veces las adversidades pueden ser superadas, aunque necesitemos un pequeño empujón, a veces incluso de quien menos lo esperamos. Si a ello le añadimos toda la carga histórica que posee la película, algo que siempre me ha encantado, el flechazo resulta inevitable.